Mi estancia en el Hotel Rural Coto del Valle

HOTEL RURAL COTO DEL VALLE ****

Carretera del Tranco Km 34,3, Cazorla (Jaén)

Fecha de estancia: Del 8 al 15 de marzo de 2013.
Tipo de habitación: Doble uso individual
Tipo de viaje: En grupo
Motivo del viaje: Curso de inmersión lingüística

Localizacion

El hotel se encuentra en plena sierra de Cazorla, en la provincia de Jaén. Es un establecimiento rural al que se accede por sinuosas carreteras, situado en plena naturaleza rodeado de montañas y cascadas naturales. El entorno, como podéis imaginar, es inmejorable para unos días de descanso disfrutando de la naturaleza. Mientras estuve allí alojada tuve la suerte de disfrutar de la nieve uno de los días, lo que hizo el paisaje todavía más espectacular. En los alrededores del establecimiento es posible ver animales en libertad.

El Hotel

Se trata de un establecimiento de mediano tamaño, con 39 habitaciones distribuidas en dos plantas. La planta baja aloja la recepción, el bar, una pequeña tienda y algunas de las habitaciones, la planta inferior tiene una sala de reuniones y el restaurante, mientras que las habitaciones se encuentran distribuidas en la primera y segunda planta. Lo mejor del edificio es su estructura irregular, que se integra con el paisaje evitando así desentonar con el entorno natural en el que está situado. El exterior es de piedra y su interior está decorado en madera, creando un ambiente muy acogedor.
Exterior Hotel Coto del valle

Entrada hotel sierra de Cazorla

 

Las habitaciones

Tiene diferentes tipos de habitaciones: individual, doble, cuádruple, junior suite y suite. Yo tuve ocasión de alojarme en una doble de uso individual y realmente me encantó. Estaba situada en el primer piso, con la puerta de entrada en un pasillo interior, totalmente abierto a un patio de estilo andaluz.

Patio interior

 

Mi habitación tenía una zona de dormitorio con dos camas individuales, baño completo con ducha y terraza con vistas a la montaña. El techo tenía vigas a la vista y la decoración era en madera en su mayoría. Armario, escritorio, descalzador, televisión y un minibar completaban el mobiliario.

Habitación

El baño de tamaño adecuado, con cabina de ducha, secador de pelo y ventana exterior. Uno de los requisitos para mi imprescindibles en un baño es la presión del agua de la ducha. Totalmente aceptable en este caso y con una temperatura adecuada.

Baño Armario

La terraza tenía una mesita con dos sillas. El tiempo no acompañaba en estas fechas para disfrutarla, pero en las noches de verano tiene que ser una opción muy recomendable.

La temperatura de la habitación muy buena, con calefacción con termostato y control individual, lo que permitía regular a uno mismo la temperatura interior al gusto. El baño contaba con un radiador central que mantenía caliente la estancia durante el día y la noche.
Lo que más me gustó: la comodidad de la cama, la luz natural durante el día, el control individual de la temperatura y la limpieza.
Algo que añadiría: la distribución de las luces no es suficiente cuando quieres trabajar en el escritorio. La luz del techo queda demasiado atrás, alejada de la zona y no ilumina lo suficiente, como tampoco lo hace la luz lateral de la zona de entrada. Una pequeña lámpara de escritorio no vendría mal. Un pequeño inconveniente es que, al salir de la habitación y retirar la llave, no es posible dejar la calefacción encendida para calentar la estancia un tiempo, por ejemplo mientras bajas a cenar. No obstante, el radiador del baño pasa algo de calor también hacia la habitación y la temperatura suele ser adecuada.

El restaurante

El motivo del viaje nos obligaba a pasar el día en el hotel, por lo que disfrutamos de pensión completa durante toda la estancia. La comida en general es buena y con diferentes alternativas para cada gusto.
El desayuno era tipo buffet e incluía cierta variedad de alimentos: huevos revueltos, bacon, tostadas, fiambre, pan con aceite y tomate, galletas, bollería, zumos, cola cao, café, té, entre otras opciones.
Nos ofrecieron un menú diario para comida y cena, compuesto por un primero, un segundo y un postre. Uno de los platos podía cambiarse por ensalada si así se prefería y siempre presentaban un aperitivo previo a la comida. Vino y agua para todos, así como café y té al finalizar los postres.
Es cierto que algunos de los platos me gustaron más que otros, pero realmente no recuerdo nada que me disgustase. Tuvimos casi siempre la posibilidad de elegir entre carne y pescado en cada una de las comidas e incluso tuve ocasión de probar algunas combinaciones que hasta entonces no conocía, como ensalada con una rodaja de naranja natural o el vinagre de frambuesa. Por supuesto, el aceite de oliva de la zona presente siempre en la mesa, desayuno, comida y cena, como no podía ser menos.

Servicios adicionales

El hotel tiene un spa que, según me dijeron, es excelente y a buen precio, aunque no tuve ocasión de probarlo. Además, una de las noches nos dejaron utilizar un salón como discoteca, que imagino será la zona de banquetes que anuncian en la web.
Fuente

Parking exterior y piscina de verano. Tiene diferentes terrazas y alguna barra de bar distribuida en el exterior, aunque por la temperatura no pudimos disfrutar de esa zona tanto como nos hubiese gustado hacerlo.

Piscina

Mi recomendación:
Alojarme en este hotel ha resultado una experiencia agradable y sin duda lo recomendaría a mis amigos. Probablemente su localización determine en gran medida la elección del establecimiento, en función del motivo de la estancia, ya que el pueblo más cercano no está accesible a pie o por lo menos no en un breve paseo. Sin embargo, se trata de un lugar perfecto para relajarse, descansar, caminar al aire libre, practicar deporte y en verano, disfrutar de esa maravillosa piscina.
Exterior
Lo que más me gustó: la distribución irregular del hotel y su integración en el entorno, el trato del personal, en especial del bar y restaurante, siempre atentos a nuestras necesidades, la temperatura interior agradable sin ser sofocante, la chimenea del restaurante y la zona acristalada del bar.
  
Lo que menos me gustó: la decoración con animales disecados. Más allá de mi opinión sobre la caza y prácticas similares, me incomoda encontrar en cada rincón animales disecados, pero especialmente cuando nos encontramos en un entorno natural que nos ofrece su observación en libertad.
Si quieres saber lo que hice durante mi estancia en el hotel Coto del Valle, puedes leerlo aquí.

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